David Cortés Rëlisp es un quinteto brutal. Alguien dirá, con razón, que el calificativo para una agrupación con tan pocos años en la esceena, es desmedido. Sin embargo, basta escuchar unos cuantos segundos de “Isagoge”, el corte abridor de su más reciente EP, Warthak , para percatarse de lo corto del calificativo. Lo desplegado en estos cuatros cortes es la suma de una furia largamente contenida, de un hambre por explorar una música que ha estado allí, a la espera de ser