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Ana Ruiz: Trío de virtuosos y en solitario con sintetizador


 

David Cortés

 

Ana Ruiz cumplió 50 años de trayectoria en la música experimental de este país. Además de haberlo celebrado con cuatro conciertos en una residencia-homenaje celebrada en el Foro Alicia, lo hace también con un par de grabaciones realizadas en diferentes formatos, mismas que ahora repasamos.



Foto: Rafael Arriaga Zazueta
Foto: Rafael Arriaga Zazueta


Ana Ruiz, Georg Hoffman, Aarón Cruz, Magma (Independiente,2025)

 

Desconozco cuántas veces este trío ha tocado con anterioridad; sin embargo, los nombres garantizan. La portada, un volcán en erupción, es como un vaticinio, pero no esperen, en “Chase no straighter”, el track que apertura el disco, un estallido permanente. En vez de eso, los tres músicos “hablan” con parsimonia, sin encimarse. Escuchan, dialogan, interceden, pero todo ello en un clima fraternal. No podría ser menos. Si uno ve la duración del corte -más de 25 minutos- entiende  el porqué de la “aparente” contención. (Ojo al solo de contrabajo con arco luego del minuto 5’30”, que marca la entrada a un espacio en el que la música se desarrolla tenuemente. En realidad es la señal para el comienzo de cierto desfogue que, de nuevo, se insinúa, pero no está listo aún para darse). Así que “Chase no straighter” es un corte para disfrutar los matices que estos tres crean a lo largo del mismo.

La improvisación que da título al álbum mantiene en sus primeros minutos la tónica desplegada en el anterior, aunque el contrabajo de Cruz, en sus primeras intervenciones, es pulsado con mayor fuerza. En realidad, lo que sucede en ese instante es que la fuerza se almacena para encontrar el momento idóneo para explotrar y este se da paulatinamente a partir del minuto 6’30”.

Sin embargo, más allá del vigor desplegado, lo más atractivo es, reitero, la interacción lograda entre los tres, quienes consiguen una “conversación” en donde el peso de las notas es contundente y la exploración que cada uno hace en su instrumento llama la atención. No puede destacarse el trabajo de uno, individualmente brillan, pero el todo es cohesionado, resultado de esa interacción ya señalada antes y gracias a eso, este corte y el anterior, fluyen sedosamente.

“Tango” e “In & out” no cambian, Ana toca el piano en el interior, Aarón golpea el contrabajo en el cuerpo del mismo, Hoffman se concentra en sus tambores, pero también hace trabajo con las percusiones. Sin embargo, muchas cosas cambian constantemente en las cuatro composiciones de Magma; cierto, la explosión prometida en la portada nunca llega del todo, en vez de ello estamos frente a cuatro improvisaciones en donde Ruiz, Hoffman y Cruz entregan una lección de virtuosismo.

Un disco en formato digital al cual es necesario regresar constantemente para explorar toda su riqueza y matices, sobre todo sus matices.



 

 

Ana Ruiz, Sobresaltos (campoabierto, 2025)

 

Este casete de 26 cortes, reúne trabajos dispares grabados entre 1993 y 2003. Lo mismo encontramos tracks que fueron utilizados para programas gubernamentales de televisión educativa, encargos para musicalizar documentales o música para compañías de danza, y piezas con vínculos afectivos escritos para pedir por un hermano enfermo (las tres composiciones dedicadas al Santo Niño de Atocha), así que el escucha encontrará aquí temas orientados a la fusión, otros de índole cinemática (“Monasterios”, “Entre montaña y mar”, “Ananecia 14”, “Rubens”), algunos con tintes de música del mundo (“3:23 am”, “Tren chino”, “Tren Buenavista”), cercanos a la new age (“Atlantis”, “Caminata a Machu Pichu”, “Crystal love”, “Evolución”, “A los muertos”), y otros más ligados al ambient o el paisaje sonoro (“Cyrano”).


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Un tema como “20 gatos” se antoja un encuentro entre la sofisticación del techno y el minimalismo tribal. También hay ecos ligeros de música clásica o contemporánea (“Tren y lluvia”, “El adiós”). Los guiños al jazz y  la improvisación, no podían estar ausentes (“Ananecia 105”, “Ananecia 0220”).

Si bien la diversidad de este disco sorprende, lo hace aún más el hecho de que en los 26 cortes no hay rastros de piano y en cambio todos fueron interpretados con sintetizadores (“Ananecia 5” es una composición definitivamente cercano a Yello u otros grupos de synth pop, mientras “Salida vórtice”, casi en una vena vaporwave, podría haberse grabado este 2025 sin problemas).

Mención aparte merece la bella edición en edición limitada -apenas 30 piezas- realizada por campo abierto (booklet, fotos) que inicia con esta cinta una labor de recuperación a fin de documentar el trabajo de músicos claves en la historia de la vanguardia de este país y cuyo arte estuvo a cargo de Nicolás Villalobos Guerrero quien, a sus cinco años, ilustró cada una de las cintas y en ellas representó “un pingüino que se lo llevó un remolino, México con fuegos artificiales y una araña en un nido de golondrina”, entre otras imágenes.

De colección, disponible en bandcamp (www.campoabierto.info)

 



 

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