David Boyce, Adriana Camacho Torres, Phillip Greenlief, Live at the Luggage Store Gallery SF (Independiente, 2025)
- David Cortés

- 10 jul
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Actualizado: 11 jul
David Cortés
Una de esas combinaciones, que dicta el azar, de curso y efectos imprevisibles, se dio el 7 de octubre de 2022, cuando David Boyce (mini moog sintetizador), Adriana Camacho Torres (contrabajo, pedales, efectos, voz) y Phillip Greenlief (clarinete Bb) ofrecieron un concierto en la Luggage Store Gallery, en donde durante 33 años continuos se llevaron a cabo las New Music Series y hace poco llegaron a su fin con una Very Special One-Time Performance del Mistery School, nombre dado a la reunión de los tres músicos antes citados.

Esa noche, el trío grabó un EP lanzado en enero de este año en el sello del saxofonista Greenlief, una colaboración de dos cortes que desde su comienzo (“Track one: Exit scene-Caballitos brigade-ship sailed”) se encuentra cargada de misterio, porque la aperturan Boyce y Greenlief y el primero traza una atmósfera similar a una corriente de aire que entra-sale y mezcla con algunos sonidos cósmicos de su sintetizador que sirven de alfombra al clarinete de Greenlief (sombrío, oscuro); la adición del contrabajo de Adriana, con el arco y luego con su voz (usada como instrumento), refuerza esa densidad/oscuridad.
El corte dos (“Track two: Pulque gigantes-Treacherous market-broken record”)
si bien no cambia diametralmente de tónica, lo comienzan los tres: la voz y el contrabajo, el sintetizador y las atmósferas de Boyce, más las líneas de clarinete de Greenlief. No hay espacio para la claridad, la luz se ha escondido, cuando un rayo logra romper el cerco, la imagen es difusa. Es como si los tres crearan un largo drone que por momentos gana ciertos picos de intensidad (aportados por el clarinete de Greenlief) o en algunos casos por la violencia del sintetizador de Boyce y el pulsante contrabajo de Camacho que “oscurece” aún más, con su gravedad, la atmósfera de por sí ya enrarecida. El reverb, en momentos, contribuye todavía más a esta sensación inquietante, perturbadora. Es como si se tratara de un soundtrack de una película de misterio, un filme de la época muda, olvidado, recién descubierta y en donde la voz de Camacho se torna una ánima danzante.
No sé si a esta obra le podemos aplicar cabalmente el término de hauntológica, pero a cada escucha se desprenden espectros, despiertan presencias, se sacuden espíritus, fantasmas y una danza de fuegos fatuos se desarrolla ante nosotros. El pasado regurgita con fuerza, pero reclama un nuevo lugar en la narrativa (el sintetizador de Boyce que se “desquicia” luego del minuto 11, cual si hubiera perdido el control) es un ejemplo de ello; a cada movimiento, un habitante de esta casa se despierta y la garganta de Camacho Torres parece ser el vehículo que le da voz.

Tal es el misterio, la carga onírica que este trío despliega-consigue durante casi treinta minutos en un EP de lenta narrativa, un concurso único de sonidos por ahora irrepetible, aunque quién sabe, tal vez este trío trío tenga agendado un nuevo encuentro en el futuro. Mientras, consulte-revise-disfrute este viaje en el bandcamp de Phillip Greenlief.



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