Marina Mello: "Dar al arpa un rostro diferente"
- David Cortés

- 6 oct
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David Cortés
Marina Mello nació en Brasilia, Brasil, en 1992. Inicialmente quería tocar la batería, el saxofón o el contrabajo, pero se dio cuenta de que no había cupo en esas clases en la Escuela Pública de Música de su ciudad natal; se informó en donde había espacio y así fue como, fortuitamente, terminó con el arpa como instrumento. “Después de eso -dice- no pude parar de tocar y me pasé la mayoría de mi adolescencia practicando por horas diariamente”.

Marina cursó una licenciatura en Sao Paulo, seguida de dos maestrías, una en interpretación y otra en docencia con especialización en música contemporánea, improvisación libre y música barroca. Ella comenzó a experimentar con el arpa por la vía de la música escrita contemporánea y de la improvisación. “Como una persona muy curiosa que soy -cuenta- en mi primera maestría en la Universidad de Artes de Zurich, Suiza, asistí a clases de diversas disciplinas, incluida la improvisación. Después de la primera clase, estaba tan abrumada por la experiencia de improvisar libremente por primera vez que no podía recordar con exactitud lo que había tocado, cómo lo había tocado y por cuánto tiempo. La experiencia resonó en mi interior durante mucho tiempo y decidí participar en grupos de improvisación en la universidad. Cada experiencia e intercambio me volaba la cabeza. Al principio toqué en su mayoría de forma acústica, usando técnicas extendidas y preparando el arpa con objetos, lo que funcionó muy bien. Sin embargo, en un momento sentí que debía ir más allá y explorar las posibilidades sonoras de mi instrumento, así que comencé a experimentar con micrófonos de contacto y pedales de guitarra. Desde entonces continuo tocando acústicamente, pero mayormente amplificada y procesando mediante los pedales de guitarra”.

El arpa, gracias a imágenes estreotipadas, es un instrumento de connotaciones angelicales, suaves, sin embargo, Marina Mello, como otros exponentes contemporáneos, ha subvertido esa noción y reconoce que nunca se ha idetificado con ese tipo de connotaciones aunque, comenta, “haya espacio para eso y más en mi música. Es importante ser honesta acerca de lo que deseo compartir y cómo conectar con la gente. No quiero darle al arpa un solo rostro, sino mostrar sus infinitas posibilidades al tocar, escuchar y conectar con el público. Después de todo, deseo mostrar un diferente punto de vista acerca del arpa, uno que no solo sea angelical, sino también áspero, ruidoso y desagradable”.
La compositora-improvisadora también posee una faceta como experimentalista, un terreno al cual se acercó como una manera de ir más allá del entrenamiento musical clásico. “Durante mis estudios -señala- aprendí música desde el gótico y el renacimiento, hasta la música contemporánea, y tuve mucho margen para experimentar con técnicas extendidas e instrumentos preparados. Puedo decir que, en algún momento, necesito componer y crear música a mi manera (lo que yo llamaría experimentar). Sigo involucrado en la música escrita y en mi trabajo como intérprete, pero estas actividades no son suficientes para mi identidad como música. Una de mis primeras influencias fue Lucas Niggli, un baterista suizo que toca con una energía increíble en directo; Gunnhildur Einarsdóttir, el arpista islandés, ha hecho un trabajo maravilloso con las técnicas extendidas. Hermeto Pascoal, Zeena Parkins, Steve Simon Anderson, Ursula Holliger y muchos más”.
Marina Mello gusta desafinar su instrumento y tocarlo con un arco de cello, una tarjeta de crédito o cualquier tipo de plástico. Usa botellas de pet colgadas de su instrumento, clips para el pelo o para papel de diferentes tamaños, tornillos, una vara de metal, cuerdas metálicas viejas y una pelota de golf. “Siempre estoy explorando y descubriendo cosas nuevas para usar en mi práctica”.

Recientmente lanzó su debut con el título Desagua (Buh Records), una placa cuyo 50% es improvisado (el lado B), mientras la cara A es totalmente compuesta. “Cuando toco sola -dice Mello-, regularmente planeó lo que haré sobre el escenario en una forma dramática y gráfica; pero cuando toco con otras personas en la escena experimental, la mayoría es improvisado”.
Desagua (flujo de agua) es un disco conformado por cortes breves, la mayoría en una tónica experimental (“Terra vermelha” es un buen ejemplo) y donde las melodías no existen como tal, cuando aparecen son apenas una insinuación y en donde la voz es utilizada como un instrumento más, como en “Punto de vista”, “Orbitando I”, y“Orbitando II”.
“Luz” posee cierta musicalidad -es el corte más “convencional” si es que esa palabra existe en el vocabulario musical de Marina-, una muestra de que ella conoce su instrumento, pero lo suyo es la improvisación, ir más allá y explorar las técnicas extendidas.
En Desagua, el silencio es importante, tiene peso, pero se vuelve más evidente en cortes como “Lunatic Garden”, “Garrafas” y “Dejavú”, mientras “Chegada”, “Roxo” y el track que da título al aábum, están más cerca de la música académica contemporánea, pero como la mayoría de los temas que dan vida al álbum, no pueden existir sin arriesgar o aventurarse en un territorio de búsqueda. En “Caminhos”, Marina opta por la combinación entre el sonido claro, límpido del arpa, rodeada de una atmósfera experimental, como si retratara la convivencia claridad / oscuridad.
“Retraté cuando el río encuentra el océano. Soy una persona acuática, crecí nadando en los ríos y las cascadas alrededor de Brasilia. Para mí, los ríos tienen algo especial en que nunca dejan de fluir y siempre traen algo nuevo. La inspiración para mi debut es el curso del río, la forma en que se encuentra con el océano, su poder e insistencia y el impacto que tiene en los alrededores”.

En 2017, Marina se trasladó a Zurich, Suiza, para estudiar en una maestría en la Universidad de esa ciudad. Actualmente realiza una residencia artística en Berlín, la cual concluirá en enero del 2026. ¿Qué espera Mello que Desagua traiga a su vida? “Para ser honesta, mi objetivo principal era hacer el álbum. El proceso se llevó mucho trabajo, así como muchas dudas e inseguridad acerca de si debía hacerlo o no. Después de muchos años, me convencí de comenzar a producirlo y estoy muy feliz y agradecida de que haya sido editado por Buh Records, así como a todos los involucrados en el proceso. Apenas lo estoy asimilando, pero espero que el disco alcancé tanta gente como sea posible y tenga un impacto positivo en sus vidas. En general, solo estoy feliz de compartir mi trabajo y conectar con gente alrededor del mundo”.



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