Residencia-Homenaje a Ana Ruiz. 50 años de experimentalismo en México. Segunda fecha
- David Cortés

- 18 ago
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David Cortés Fotos: Rafael Arriaga Zazueta
La noche comienza con Bardo Thodol (Alex Eisenring y Carlos Vivanco) quienes tejen durante 40 minutos un viaje ambiental-espacial, pletórico en atmósferas, texturas, guitarras viajeras, espaciales, camas de teclados cósmicas. Es como si una nave extraterrestre nos hubiera abducido, suspendido en el aire y proyectado a nuestro alrededor imágenes de planetas, fauna y vegetación desconocida, pero maravillosa.

Lo que empieza de manera apacible, incluso meliflua diría, gana en intensidad conforme transcurre la velada. Ambos consiguen sacarnos del tiempo, efectúan un set marcado por una especie de trance ambiental. Casi al cierre, Vivanco toma el sitar para tocar una pieza y añade un toque oriental, tan característico en sus trabajos como solista, que ya estaba insinuado en la mayoría del set, pero que aquí se hace más patente. Gran momento para este par y excelente manera de prepararnos para lo venidero
Cuando aparece La Cocina (Ana Ruiz, Alain Derbez, Evodio y Arturo Escalante, Ariel Guzik) Derbez abre con la lectura de un poema en homenaje-evocación al baterista Jazzamoart quien por problemas de salud se ha visto impedido de asistir.

Una vez en silencio, Ana Ruiz comienza a tocar el piano. No es un ataque feroz, es el tendido de una melodía, una invitación que poco a poco toman sus compañeros. Arturo Escalante empieza a funcionar como el eje. Alain Derbez, con su sax soprano, lo mismo que Evodio Escalante, van tejiendo arabescos alrededor del piano, y poco después se les unirá Ariel Guzik.

Sí, se trata de una improvisación que gira alrededor del free jazz. Los nombres de Alice Coltrane, Albert Ayler -cuando la tonada toma un cierto aire folk- Pharoah Sanders, Don Cherry, John Coltrane son invocados en espíritu, apenas sirven como referentes. Se dan diálogos (Derbez al acordeón y Ana con su piano crean un gran momento; Evodio comienza a cantar-gritar, le pone algo de tribal a la noche), se tejen conversaciones y nuevamente, como en la primera noche, aflora el gozo, esas ganas de estos cinco de estar presentes luego de tantos años.

Tal vez, comenté antes del concierto en un post de Facebook, esta “sea la última oportunidad de ver a La Cocina”, Derbez en su respuesta pone algo que parafraseo: “Si te pones a pensar, todo concierto potencialmente puede ser el último de cualquier banda”. Y sí, aunque dada la complejidad de sus agendas, en el caso de La Cocina parece más real.
Arturo Escalante abandona la batería y lo sustituye el joven JC, quien habrá de hacer lo suyo con decoro. Escalante pasa al soprano y se mueve al lado de Evodio, quien ha rato ya se ha puesto al lado de Ana Ruiz. Tocan “Bird lament”, una original de Moondog que, explica Evodio, “es una muestra temprana de minimalismo y espera que ese pequeño trozo de historia haya funcionado”.
En otro momento, el mismo Evodio, declara exultante: “Ana Ruiz, pionera del free jazz en México” y sí, como negarlo. Cierto, en su momento no lo gestó sola, pero ha sido ella quien ha mantenido la flama encendida, no obstante ciertas intermitencias.
Más adelante, ¿o fue atrás? Los hermanos Escalante y Alain Derbez tocan, los tres el soprano, mientras Guzik, quien ha atravesado la noche de manera "aparentemente" más discreta, se mantiene al lado con el tenor. Los sopranos, aunque no hacen un unísono, sí parecen replicar las notas de un Derbez que ha tomado el mando momentáneamente. Después Guzik se mueve y Ana Ruiz se ve flanqueda por los tres saxofonistas. La imagen es muy sutil, cual si fueran ángeles vigilantes de una musa encarnada en mujer que, en ese instante, borda un breve solo.
El encore es un bello pasaje en donde la espiritualidad del free jazz aflora e impregna el lugar de una aura sacra y de una paz necesaria luego de las continuas subidas emocionales que La Cocina gestó casi durante una hora o más.
A fuerza de ser tildado de exagerado, la noche del 14 de agosto, segunda fecha de la Residencia-Homenaje a Ana Ruiz. 50 años de experimentalismo en México, nuevamente permancerá en la memoria.

El ciclo de conciertos por los 50 años de experimentalismo de Ana Ruiz continúan el jueves 21 de agosto con el Cuarteto de Ana Ruiz (complementado con Luis “Chino” Ortega, contrabajo; Milo Tamez, batería; y Roberto Tercero, sax). Grupo invitado: Deborah Silberer y Los Perros de la Luna de Moondog. Multiforo Alicia, Eligio Ancona 145, COl. Sta. María la Ribera,19:13 hrs.



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